Hoy ante la emergencia por la pandemia de Covid 19 y la incertidumbre que implica para la salud de los pueblos, el devenir de la enfermedad, desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad, el IPYPP y la CLIC, queremos poner de relieve la acuciante necesidad de que todos los elementos, medicamentos, vacunas y otros que se utilizan para contener la Covid 19, sean declarados bienes comunes con el fin de que estén al alcance de toda la población mundial, es decir, que todos los seres humanos tengan acceso equitativo a ellos y a todas las invenciones que vayan surgiendo como nuevas posibilidades de tratamiento.
El 2 de octubre de 2020, India y Sudáfrica presentaron un pedido de Exención del Acuerdo sobre derechos de propiedad intelectual sobre los elementos (vacunas, medicamentos, elementos del protocolo, nuevas invenciones…) ante la Organización mundial de Comercio, sí de -Comercio, y no de salud, para permitir el acceso equitativo de todos los países a todos los avances en relación con la Covid. Nuestro país, en mayo de 2021 se sumó como copatrocinante de esta propuesta. Hace unos días, EE.UU. avaló la liberación de patentes respecto a las vacunas, pero esta liberación no incluye otros elementos como medicamentos, nuevas invenciones nuevas, tratamientos, etc. y queda priorizado el lucro por encima de la salud.
Para entender algo mejor el tema de las patentes hay que saber que: cuando se otorgan las patentes, los derechos de propiedad intelectual quedan aprisionados durante 20 años, en un mercado monopólico, con altos precios y sin posibilidad de fabricar genéricos con costos muchísimo más bajos (que permitirían que muchos más queden protegidos) según la capacidad productiva de cada país con transferencia de tecnología, los que la tienen.
Se da una situación más grave aún. Hoy día, los laboratorios que fabrican los medicamentos de Covid necesarios para el tratamiento de casos graves, que podrían evitar la internación, tienen agotada la oferta y los países que como el nuestro están atados a la patente no pueden importar genéricos ni producirlos, quedando huérfanos de ellos con el consiguiente riesgo de vida para la población. Al ser el medicamento una mercancía para ganancia de pocos, la salud queda desprotegida. Ello nos lleva a afirmar que la exención del derecho de propiedad intelectual sin lugar a dudas salva vidas.
Por todo ello pedimos a todas las organizaciones de la sociedad civil que firmen este pedido elevado por los gremios de trabajadores de la salud FESPROSA, peticionando a nuestro presidente, al Ministerio de Salud, a la Cancillería que nuestro país se mantenga como copatrocinante de la postura de India y sudáfrica junto a 65 países y que no acepte el acuerdo restrictivo propuesto por EEUU y la Unión Europea.
Nuestra gran preocupación es que esta posición del gobierno argentino muy bien alineada en favor de la salud de los pueblos, no sea sostenida y acepten el texto restrictivo de EEUU y la UE que si bien mejora algo es todavía muy excluyente.
La comunidad sumada a los trabajadores de la salud son la garantía del acceso al derecho a la salud.
Aquí para SUMAR TU ADHESIÓN A LA CARTA
Nota que se presentará a presidencia: