Antes de finalizar la tarde del 24 de noviembre se realizó el acto de presentación de “El Movimiento: La Ciudad Somos Quienes La Habitamos”. El mismo se llevó a cabo en el Obelisco y contó con la participación de más de 200 personas entre las que se encontraban referentes/as de diversos colectivos ciudadanos.
Según informan desde El Movimiento, la conformación de este espacio tiene que ver con “la falta de soluciones reales ante las problemáticas que viven les ciudadanes”. Entre los ejes que abordarán en el espacio, se encuentran la crisis habitacional, el extractivismo urbano, la crisis climática, la emergencia ambiental, y la violencia institucional, entre otros. Todos estos ítems estarán atravesados por la idea de generar una nueva forma de organización ciudadana acorde a la Democracia Participativa.
María Eva Koutsovitis, integrante de El Movimiento, destaca que “la Ciudad de Buenos Aires hace décadas que viene consolidando un modelo urbano basado en el despojo y destrucción de nuestros bienes comunes y nuestro patrimonio. El resultado de este modelo ha sido la precarización del conjunto de las dimensiones de nuestra vida urbana. Creemos que tan importante como definir adecuadas políticas públicas, es cuestionar el actual sistema de toma de decisiones. Por eso, desde El Movimiento queremos reapropiarnos del poder decidir comunitariamente como queremos vivir para dar respuesta a los problemas estructurales que padecemos el conjunto de la ciudadanía ”.
Jonatan Baldiviezo, también integrante de El Movimiento expresó: “El movimiento tendrá como objetivo, por una parte, afrontar el desafío de construir un espacio político a la altura de los principios del paradigma de la Democracia Participativa Ambiental. Nos importa dar la disputa institucional para reconfigurar la democracia porteña a fin de que la ciudadanía porteña sea codecisora de las políticas urbanas que definen el destino de la Ciudad. Vamos a ser un espacio que acompañará con la experiencia, saberes y el cuerpo a cada una de las asambleas que se encuentran practicando la ética del cuidado, defendiendo la ciudad. El poder económico inmobiliario financiero está desbocado. El jueves 2 de diciembre se votará en la Legislatura porteña el emprendimiento inmobiliario en Costa Salguero en la Costanera Norte, el nuevo Puerto Madero que impulsa IRSA en la Costanera Sur llamado Costa Urbana y más de una decena de convenios urbanísticos y nuevas torres en la ciudad. Uno de los caminos para poner freno a este delirio inmobiliario es promover una nueva forma de organización ciudadana.”
“A 20 años de la irrupción del pueblo en las jornadas del 19 y 20 de diciembre y con el centro en el protagonismo del conjunto de les vecines que viven a diario las dificultades propias de esta ciudad con presupuesto europeo, pero con miles viviendo en las calles o con condiciones de hacinamiento, falta de servicios públicos esenciales como el agua y con enormes precariedades, venimos a demostrar que no todo está perdido. La derecha querrá siempre excluir, discriminar y dar de baja derechos, pero las asambleas y quienes queremos otra historia nos organizaremos para que el Gobierno sea para todes y no solo para unos poquitos”, afirma Alejo Caivano, integrante de la agrupación.
Les integrantes de El Movimiento ya venían trabajando en diversas campañas, como por ejemplo, Costanera Verde y Pública, que busca defender la costa del río de los negocios inmobiliarios; y también Se Va Buenos Aires, una campaña que tiene como objetivo visibilizar y denunciar la pérdida de identidad de la Ciudad ante los negociados inmobiliarios que solo generan especulación en un distrito carente de espacios verdes y soluciones habitacionales para las personas en situación de calle o que viven en viviendas precarias.
El desafío que se aproxima es romper la lógica de la gobernabilidad en la Ciudad de Buenos Aires, basada en la convivencia entre el poder político y el poder económico. “Esto nos compromete a organizarnos desde los movimientos urbanos con una lógica diferente, la de la Democracia Participativa Ambiental, para poder disputar la institucionalidad”, explican desde la organización.
La intención ahora es unificar fuerzas para conformar un espacio sólido que buscará brindar soluciones reales ante las problemáticas que atraviesa el conjunto de la ciudadanía.
Manifiesto “El Movimiento: la Ciudad Somos Quienes la Habitamos”
Como humanidad, estamos atravesando desafíos que igualan a los mayores de nuestra historia. La crisis climática, la pandemia, la crisis económica, los niveles de desigualdad jamás vistos, indudablemente nos deben llevar a reflexionar y decidir acciones colectivas acordes a la altura de estos problemas que se profundizan con el correr del tiempo.
En esta vorágine, tan importante como definir la dirección de las políticas que adoptemos, es cuestionar el actual sistema de toma de decisiones. Experimentamos cotidianamente que la implementación de los paradigmas que necesitamos chocan contra los sectores que concentran el poder público y el poder económico.
El modelo de la Democracia representativa como ejercicio de la soberanía política de la ciudadanía ha sido arrasado por completo. El destino de nuestras ciudades, el destino de la naturaleza, el destino del mundo debe pertenecer a cada uno de sus habitantes. De las múltiples crisis que vivimos no podremos salir si no reconfiguramos la Democracia.
Creemos que el camino para hacer realidad los paradigmas del Derecho a la Ciudad, del Buen Vivir, de la justicia social, espacial, de género, ambiental y climática, de aquellos que buscan relaciones igualitarias, horizontales y desmercantilizadas entre la humanidad y la naturaleza, y entre los propios seres humanos, implica necesariamente una nueva forma de organización ciudadana acorde a la Democracia Participativa y Ambiental.
Necesitamos pensar en respuestas y soluciones estructurales, y reapropiarnos del poder de decidir comunitariamente cómo queremos vivir, cómo queremos mejorar la sociedad, cómo afrontaremos esta crisis civilizatoria, y plantear debates públicos esenciales que tenemos pendientes hace décadas. Esta es la misión de mayor trascendencia que tenemos ahora.
En Argentina, el 94% de la población vive en ciudades, el Área Metropolitana de Buenos Aires es una de las metrópolis más grandes de Latinoamérica. Como habitantes de la Ciudad de Buenos Aires, la principal urbe del país, tenemos la responsabilidad de organizar, de forma novedosa, la fuerza ciudadana para enfrentarnos al poder económico extractivo financiero, porque ninguna otra fuerza política lo ha logrado.
El movimiento ciudadano urbano ha sido el principal protagonista y ha logrado las principales conquistas en defensa de derechos, de lo público y lo común en un contexto de destrucción y apropiación de la Ciudad.
Como herederos del movimiento asambleario del 2001, como partícipes de las asambleas y colectivos urbanos de los últimos 15 años, creemos que es el momento de construir un movimiento político urbano, autónomo de las formas partidarias tradicionales.
Nos hemos alimentado de la vitalidad democrática de las asambleas porteñas, de sus luchas, de su tenacidad y de sus recuerdos y sueños. Nos importa la defensa de los derechos, de lo público y de nuestros bienes comunes desde una perspectiva democratizadora y de desconcentración del poder tanto público como privado. Desde el paradigma de la democracia participativa ambiental queremos disputar la institucionalidad de la Ciudad.
Hace 25 años nos trazamos un futuro utópico plasmado en ese acuerdo que es la Constitución: autogobernarnos colectivamente bajo una Democracia Participativa. Crecimos con esa estrella guiándonos. Sin embargo, el sector político que viene gestionando y gobernando la Ciudad sólo profundizó la precarización de nuestras vidas como consecuencia del actual modelo de despojo.
Tenemos la lamentable certeza de que nadie nos defenderá, ni defenderá a la ciudad, salvo su comunidad porque “La Ciudad Somos Quienes La Habitamos”.