Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 26 de septiembre de 2024
REF: Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del año 2025 - Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos
Al Señor Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda,
José L. Espert
S / D:
Desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad y El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos (observatorioderechoalaciudad@gmail.com / Whatsapp 1532667008), nos dirigimos a usted con relación al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, creado por el Artículo 30 de la Ley Nacional 26.331 (Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos).
Como es de nuestro conocimiento, el Inc. a) del Artículo 31 establece que: “El Fondo estará integrado por las partidas presupuestarias que le sean anualmente asignadas a fin de dar cumplimiento a la presente ley, las que no podrán ser inferiores al 0,3% del presupuesto nacional”.
Habiéndose fijado la suma de $117.554.748.535.461 para el total de gastos corrientes y de capital del Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal 2025, corresponde destinar $352.664.245.606 a la integración del Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos.
Sin embargo, el proyecto de ley contempla una partida presupuestaria de $9.091 millones de pesos para la integración de dicho Fondo (Anexo Estadístico, Capítulo I, Planilla 18, Página 163), suma que a todas luces es significativamente muy inferior a lo que corresponde por ley. El monto asignado tan solo representa el 0,0077%. En otras palabras, se incumple la Ley 26.331 y se le asigna 38,8 veces menos de lo que corresponde, apenas un 2,56% de lo que debería recibir según la ley.
Si a la partida del Fondo Nacional de Enriquecimiento y Conservación de Bosques Nativos le adicionamos la del Programa Nacional de Bosques Nativos, entre ambas obtendremos un monto de $10.000 millones, que es el mismo importe vigente en el Presupuesto actual. En conjunto, estas dos partidas alcanzan tan solo un 0,00851% del total del Presupuesto, y su caída en términos reales es del 27,75%.
Más allá de la gravedad del congelamiento en estos montos, al 11 de septiembre del 2024 ha sido nula la ejecución de estos $10.000 millones asignados. El estrangulamiento financiero, además de económico, a la política de enriquecimiento y conservación de bosques nativos se convierte en una política gubernamental explícita en favor de reordenar el territorio para el agronegocio y las actividades agrícolas y ganaderas extensivas. Esto agrava los problemas climáticos e hídricos, incrementando los riesgos frente a olas de calor, incendios y posibles problemas sanitarios.
Como es oportuno señalar desde la sanción de esta norma en el año 2007, el Fondo fue sistemáticamente desfinanciado por todos los gobiernos, asignando partidas cada vez menores, que en términos reales alcanzan un 95% de caída presupuestaria.
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Año | Programa |
Fondo de Bosques Nativos |
Porcentaje del presupuesto asignado por el Congreso con relación al monto que marca la Ley N° 26.331. |
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2022* |
3,03% |
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2021 |
4,91% |
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2020 |
4,56% |
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2019 |
4,56% |
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2018 |
6,39% |
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2017 |
3,81% |
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2016 |
5,24% |
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2015 |
6,19% |
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2014 |
8,92% |
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2013 |
12,20% |
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2012 |
17,65% |
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2011 |
26,82% |
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2010 |
36,61% |
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2009 |
81,33% |
La República Argentina se encuentra entre los diez países con mayor pérdida neta de bosques nativos. Según el informe “Causas e Impactos de la Deforestación de los Bosques Nativos de Argentina y Propuestas de Desarrollo Alternativas”, publicado por el ex Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en conjunto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Asociación Ingenieros Forestales Chubut, entre los años 1998 y 2018 se deforestaron 6,5 millones de hectáreas en nuestro país.
Las causas principales de la deforestación son la expansión de la frontera agropecuaria, los incendios intencionales, el sobrepastoreo, el desarrollo de infraestructura y la sobreexplotación de los recursos forestales. Basta mencionar, que por estos días las quemas intencionales arrasaron más de 43.000 hectáreas en la provincia de Córdoba. No solo un daño ambiental inconmensurable, sino también social y económico. Cientos de familias desplazadas, pérdida de ganado y de cultivos.
Aun cuando la Ley Nacional 26.331 tiene por objetivo el enriquecimiento, la restauración, conservación y aprovechamiento sostenible, los ecosistemas de bosques nativos degradados por el fuego o la deforestación no están siendo recuperados.
La provisión de recursos para el Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos, resulta fundamental para que las jurisdicciones locales puedan desarrollar y sostener sistemas de información sobre sus bosques nativos; recomponer los bosques degradados; y brindar asistencia técnica y financiera a pequeños productores y/o comunidades indígenas y/o campesinas.
Asimismo, desde la fecha de sanción de la Ley (2007) hasta la actualidad el territorio nacional perdió 6,5 millones de hectáreas de bosques nativos producto del desmonte según lo consignado por el informe del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable titulado “Causas e impactos de la deforestación de los bosques nativos de Argentina y propuestas de desarrollo alternativas” del año 2018.
A nivel internacional, nuestro país se encuentra en la posición novena de un triste récord de países que más masa boscosa han perdido entre el año 2010-2015, según el informe “Evaluación de los recursos forestales mundiales 2015” elaborado por la FAO.
Como se sabe, los bosques nativos brindan servicios ambientales que la ley reconoce como la regulación hídrica, la conservación de la biodiversidad, del suelo y de calidad del agua, la fijación de carbono, la contribución a la diversificación y belleza del paisaje, y la defensa de la identidad cultural. Estos servicios ambientales tienen la característica de ser comunitarios, es decir, que su beneficio es a la sociedad toda.
Por otro lado, asistimos a que nuestro país avanza en materia de acuerdos de biodiversidad y mitigación del cambio climático en numerosos encuentros de alcance internacional pero esos compromisos no se sustancian en políticas públicas ambientales, como así tampoco en presupuestos acordes.
Uno de estos acuerdos, firmado en el año 2015 y ratificado por nuestro país por la Ley N° 27.720 fue el Acuerdo de Paris, que tiene por objeto reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza.
En el artículo 5 de la referida Ley, los Estados se comprometieron a adoptar medidas para conservar y aumentar, según corresponda, los sumideros y depósitos de gases de efecto invernadero, incluidos los bosques.
Se alienta a los Estados a que adopten medidas para aplicar y apoyar políticas que promuevan los incentivos positivos para reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques, y para mejorar la conservación, la gestión sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono, así como impulsar los enfoques de política alternativos, como los que combinan la mitigación y la adaptación para la gestión integral y sostenible de los bosques.
Nuestro país representa el 0,8% de las emisiones globales, que es el puesto mundial número 21 a nivel global y se comprometió a no superar el 0,9 de las mismas para el año 2030.
Por lo tanto y en virtud de la inminente sanción del Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del año 2025 solicitamos tenga a bien ajustar el mismo en cumplimiento de los artículos 30 y 31 de la norma mencionada.
En virtud de las razones expuestas, solicitamos el incremento a $352.664.245.606 de la partida presupuestaria destinada al Fondo Nacional para el Enriquecimiento y la Conservación de los Bosques Nativos en el Proyecto de Ley Presupuesto General de la Administración Nacional para el ejercicio fiscal del año 2025.
Sin otro particular, lo saluda atentamente.