María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la UBA: “La Ciudad de Buenos Aires se encuentra en emergencia ambiental, urbanística y habitacional. 1 de cada 6 habitantes se encuentra en emergencia habitacional, el promedio de superficie verde por habitante nos ubica como una de las peores capitales del mundo, el promedio de arbolado público por habitante es inferior a la mitad de lo recomendado por la OMS y la temperatura máxima anual ha aumentado casi 1°C en las últimas tres décadas. No son sólo los indicadores los que dan cuenta de la emergencia sino los cientos de conflictos urbano-ambientales: la defensa de la costanera porteña, el rechazo a la irrupción de torres ilegales y la sobre construcción en diferentes barrios porteños, la aprobación de convenios urbanísticos, la defensa del Parque Saavedra, el rechazo al “Parque Lineal” en la Avenida Honorio Pueyrredón, el rechazo a la intervención en la calle Castro en Boedo, la defensa de los barrios históricos San Telmo y Monserrat para evitar que se transformen en un mega polo gastronómico destinado al turismo, son sólo algunos ejemplos.”
Jonatan Baldiviezo, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad y de El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos, manifestó: “Existe numerosos conflictos socio-ambientales en la Ciudad de Buenos Aires debido a la implementación autoritaria de intervenciones urbanas por parte del GCBA y la profundización de la privatización de lo público y la mercantilización y financiarización de la ciudad para genera mayor rentabilidad a corporaciones inmobiliarias. Frente a esta situación, las asambleas y espacios colectivos enfatizamos que la planificación en el marco de una democracia participativa es el único camino para salir de la emergencia urbanística, ambiental y habitacional en la que se encuentra la ciudad.
De parte de Basta de Demoler, se expresa: “Nos movilizamos para reclamar verdadera democracia participativa en los organismos que deciden sobre el patrimonio porteño y la planificación de la ciudad como está previsto en el Art. 1 de la Constitución de CABA y la Ley de Comunas. Buenos Aires está gobernada por la especulación inmobiliaria. Pese a que la población de la ciudad no aumenta desde mitad del siglo XX, cada vez se permite construir más y a mayor altura sin respetar el entorno barrial, los edificios patrimoniales ni mejorar la infraestructura de los servicios. La respuesta a los reclamos es la privatización de la costanera, la venta de playones ferroviarios y la disminución de espacios verdes. La calidad de vida en la ciudad disminuye mientras la vivienda ociosa aumenta. ¿Quién piensa en los vecinos? Decimos no a las torres y los convenios urbanísticos, basta de privatización de tierras públicas y venta de espacios verdes, así cómo protección inmediata del patrimonio de la ciudad”.
RED DE ORGANIZACIONES BARRIALES (ROB)
PRONUNCIAMIENTO
VISTO los graves problemas ambientales que perjudican y perjudicarán a la Ciudad de Buenos Aires generados en el incumplimiento, por parte del GCBA de las leyes vigentes, desde el PUA hasta la Constitución de la Ciudad, pasando por el Código Urbanístico y el de Edificación, sumados a las excepciones y manipulaciones de las normativas edilicias; Y CONSIDERANDO que dichos problemas tienen su justo correlato en los innumerables reclamos y manifestaciones de vecinos y vecinas de diversos barrios como Colegiales, Caballito, La Paternal, Parque Chacabuco, Almagro y Balvanera, Villa Ortúzar, Agronomía, Villa Crespo, Villa Pueyrredón, La Boca, Costanera, Parque Chas, Núñez, Belgrano, Bajo Belgrano, Belgrano R, Villa Urquiza, Barrio River, Palermo, etcétera), nos pronunciamos, exigiendo a las autoridades competentes lo siguiente:
1- Asegurar el mantenimiento y/o restitución y ampliación del carácter de tierra de dominio público a todos los espacios públicos verdes abiertos de nuestros barrios, incluyendo los playones ferroviarios, espacios bajo-viaductos y zonas costeras, reclamando al mismo tiempo la zonificación “Urbanización Parque” para los mismos.
2- Exigir un marco legal que garantice la participación efectiva de la ciudadanía de cada barrio, en el diseño y control de dichos espacios, con especial intervención de los respectivos Consejos Comunales en el seguimiento de la construcción de los proyectos y su posterior mantenimiento.
3- Garantizar y proteger la identidad edilicia, paisajística, patrimonial y ambiental de nuestros barrios, impidiendo particularmente cualquier proyecto arquitectónico o urbanístico que destruya y/o modifique la misma.
4- Promover la mejora en la calidad de vida para los habitantes de la ciudad frente al deterioro ambiental y el colapso en la prestación de los servicios públicos, producto de la construcción indiscriminada.
5- Ampliar la cantidad de plantas y árboles nativos en las veredas, plazas, paseos y parques de nuestros barrios. Proponer y/o apoyar iniciativas de preservación e incremento del arbolado público urbano de follaje frondoso. Los recursos humanos y financieros que actualmente se destinan a poda sistemática y extracciones deben ser reasignados a preservación, plantación y cuidado. Respeto a la Ley N° 3.263 y al Plan Maestro de Arbolado.
6- Enmarcar cualquier decisión que afecte al medio ambiente natural y al medio ambiente urbano, en los postulados de la ACNUDH (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) que establecen que: “El cambio climático amenaza el disfrute efectivo de una serie de derechos humanos que incluyen los relacionados con la vida, el agua y el saneamiento, los alimentos, la salud, la vivienda, la autodeterminación, la cultura y el desarrollo. Los Estados tienen la obligación de defender los derechos humanos para prevenir los efectos adversos predecibles del cambio climático y garantizar que aquellos a los que afecte, sobre todo los que estén en una situación de vulnerabilidad, tengan acceso inmediato a recursos y medidas de adaptación efectivos que les permitan vivir dignamente”.
CABA, 9 de julio de 2022