Jugo de naranja exprimido, tostadas de pan lactal de salvado con queso untable de primera marca, mermeladas de frutilla o durazno, variedad de sabores de té, media manzana. Así van a empezar el día los funcionarios que vayan a los eventos y reuniones que organice la Secretaría de Transformación Cultural del GCBA según la Licitación Pública N° 2051-0407-LPU22
Mientras tanto, más de 240 mil estudiantes comienzan el día con un mate cocido y una magdalena, una vainilla o una barrita de cereal de tercera marca. Para los funcionarios, desayunos saludables de $710; para les estudiantes, desayunos de $37.
Ahora, el Gobierno de la Ciudad pretende continuar por cuatro años más con este servicio de comedor y convocó a una licitación pública que está armada para ganen las mismas 19 empresas que lucran con la salud de nuestrxs hijxs desde hace años. Empresas que prestan un pésimo servicio y que sólo este año, se van a llevar 12 mil millones de pesos.
Frente a esta situación, la comunidad educativa se viene organizando para rediscutir y modificar el sistema de alimentación en las escuelas de la Ciudad.
María Eva Koutsovitis, Coordinadora de la Cátedra de Ingeníería Comunitaria (CLIC) e investigadora del Instituto de Pensamiento y Políticias Públicas (IPYPP) expresó: "La educación pública en la Ciudad de Buenos Aires no es absolutamente universal ni gratuita porque el sistema alimentario en el ámbito escolar está organizado como una política focalizada. Luego de trámites online en extremo burocráticos y donde el GCBA solicita gran cantidad de información sensible a las familias, se decide si corresponde beca o no al estudiante. Quienes logran acreditar su estado de pobreza reciben la beca. Este sistema distorsiona la gratuidad universal de la escuela pública además de generar graves problemas cuando las familias no llegan a completar el engorroso trámite online, ya que esto implica, que haya una ración menos de comida en las escuelas. Es un derecho humano el acceso universal y gratuito a la escuela pública.
Jonatan Baldiviezo, fundador del Observatorio del Derecho a la Ciudad (ODC) y de El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos, manifestó: "Hace 25 años que la ciudad debió aprobar una Ley de Educación con participación de la comunidad educativa. La propia omisión del GCBA en tratar esta ley, le permite soslayar la participación ciudadana en cada una de las decisiones relacionadas con la escuela pública. En este caso, el sistema de alimentación escolar debió ser discutido con la comunidad de forma previa a lanzar una nueva licitación de más de 50 mil millones de pesos. Se garantizas los negocios y las cajas políticas en detrimento de la salud y la alimentación de la niñez".
En los próximos días se lanzará la “Campaña por una alimentación de calidad y gratuita para todxs, con la participación de la comunidad educativa”
Para sumarte escribinos por Whatsapp: 11 3266 7008