Buenos Aires, 23 de Diciembre de 2020.
Presidente de la Nación,
Alberto Fernández;
Ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación Argentina,
Ingeniero Jorge Ferraresi;
Ministro de Economía de la Nación Argentina,
Sr. Martín Guzmán;
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires,
Sr. Gobernador Axel Kicillof;
Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Sr. Horacio Rodríguez Larreta;
S ____/ _____D
Estimados,
Nos dirigimos a ustedes en representación de cientos de familias del Área Metropolitana de Buenos Aires con el motivo de expresarles nuestra preocupación e indignación por la falta de respuestas a la población inquilina argentina en general y a la del AMBA muy particularmente. Firma esta carta la Presidenta de la Asociación Civil Inquilinos Argentinos por un Techo Digno que en la actualidad se encuentra conformada por familias inquilinas de las zonas de San Isidro, José León Suarez, Tigre, Vte. López, Don Torcuato, Florida, Los Polvorines, Lomas de Zamora, Glew, Berazategui, Alejandro Korn, Temperley, Quilmes, Lavallol, Avellaneda, González Catán, Monte Grande, Parque Chacabuco, La Boca, Balvanera, Isidro Casanova, San Justo, La Matanza, Morón, José C. Paz, Moreno, Hurlingham, Ramos Mejía y demás localidades de la provincia de Bs As., como de la Ciudad de Buenos Aires. Pero sabemos por nuestro trabajo en red con otras organizaciones del territorio nacional, que nuestro reclamo es sentido y sufrido a lo largo y ancho de nuestra nación.
No somos únicamente la voz de las más de 300 familias que integran nuestra asociación, ténganlo por seguro. Se dice y se replica en numerosos artículos y publicaciones que somos 9 millones los hogares que conformamos la denominada “población inquilina” en la nación argentina. Pero lo cierto, es que ese número ni siquiera responde a un verdadero y específico trabajo de los organismos estatales por definir la cruel y naturalizada realidad que vive una más que significativa porción de la población trabajadora de nuestro país, tanto del ámbito formal como informal. Somos lxs parias invisibles e invisibilizadxs de todos los programas y acciones de gobierno que hablan mucho y cada vez más de la construcción como “sector de activación económica” y muy pero que muy poco de la vivienda digna como Derecho Constitucional de TODA la población argentina, derecho que debería estar garantizado por el Estado, mediante acciones de gobierno.
Así que vamos a contarles un poco cuál es nuestra realidad, con la esperanza de que entiendan que como consecuencia de la constante mirada sobre las necesidades de vivienda como un negocio, la imposibilidad de acceso ya no es sólo una cuestión de los barrios populares. Los hogares inquilinos conforman una porción cada vez más grande de la población (que incluye una mal llamada “clase media”). Gente trabajadora cuyos salarios tanto de economía formal (por debajo el umbral de pobreza lo cual ustedes aprueban y naturalizan), como informal, no alcanzan para pagar un techo digno sin comprometer otros derechos básicos como el alimento. El pago de los alquileres hoy supera en muchos casos el 70% de nuestros ingresos mensuales y a lo largo de los años nos acorraló, al extremo de convertirnos en verdaderxs esclavxs del sistema inmobiliario y su festín de concentración económica a costa de la vivienda. Estamos absolutamente abandonadxs, en total vulnerabilidad de derechos frente a propietarixs e inmobiliarias que nos imponen, no únicamente precios inasumibles, sino incluso cómo debemos vivir, con cláusulas manifiestamente discriminatorias de “niñxs no”, “animales no” o incluso “trabajadorxs del Estado no”, como tuvo que denunciar hace unas semanas frente al INADI, el Sindicato de Inquilinos Trabajadores de Chubut. Así, entre atropellos constantes y abuso de posición dominante se pone en riesgo nuestro acceso a un techo donde vivir y desarrollar nuestras vidas, suprimiendo y avanzando cruelmente sobre las necesidades básicas de las familias, tales como la alimentación, que se vio duramente afectada en los hogares que deben pagar alquiler, salud, educación, vestimenta, recreación. A la mayoría de lxs trabajadorxs, a lo largo de los años, los alquileres nos han llevado a entrar en una rueda financiera de créditos para solventar contratos que equivalen a 4 meses de alquiler para acceder a una vivienda por tan sólo dos años (ahora tres), mientras las deudas financieras se incrementaban en un 100% en bancos o prestamistas diversos. A esto debemos sumar el pago mensual del alquiler, impuestos y expensas. Situación que no es tomada en cuenta en la canasta familiar básica total y cuya inclusión venimos solicitando al INDEC para que la revise, a fin de establecer una CBTI (CANASTA BASICA TOTAL INQUILINA). Hoy esta realidad se ve endurecida por la pandemia que nos empuja al límite del estallido social. Se incrementó la canasta básica, disminuyó el empleo formal e informal y se aprobaron paritarias que no llegan a cubrir la inflación que se tragó vorazmente el poder adquisitivo de nuestros sueldos. Veamos un ejemplo. Un empleado de comercio con un sueldo de $41.000 tiene que trabajar 25 días, 8hs diarias para cubrir un alquiler de dos ambientes de $25000. Pero en este cálculo NO SE INCLUYEN los servicios básicos, ni alimentación, medicamentos, vestimenta, educación. Olvidemos la esperanza de poder incluir algún día un gasto en recreación con nuestras familias. Tampoco incluye los inasumibles gastos periódicos por mudanza y renovación de contrato cada dos años (ahora cada tres, si tenemos la suerte de encontrar una inmobiliaria que respete la nueva ley) y las deudas financieras ligadas a las firmas de contratos con innumerables sobreprecios. Hoy la canasta familiar según el INDEC: vivienda, agua, luz, gas y otros combustibles representan el 11% de la canasta básica total siendo que para una familia inquilina solo el alquiler llega a representar el 70% de los ingresos mensuales. En diciembre de 2020, una familia de 3 integrantes solo para alimentación básica mensual necesita $30.000. El salario mínimo en diciembre de 2020 se oficializa en $20587 por jornada completa. Ese monto es igual o menor al precio de un alquiler de dos ambientes.
En definitiva, hoy los hogares inquilinos quedamos fuera de toda contemplación monetaria/financiera y de efectiva garantía legal. Quedamos fuera de todas las ayudas que el estado ofrece a quienes considera población vulnerable. Los hogares inquilinos corremos día tras día para poder frenar deudas, pero la realidad crediticia sigue incrementando las deudas familiares y nos deja fuera de TODOS los planes de vivienda. Los desalojos ilegales y los juicios de desalojo afectan no solamente a las familias inquilinas sino también a los garantes, que sufren la constante amenaza y hostigamiento de un sector propietario e inmobiliario desenfrenado, en una persecución salvaje según la ley del más fuerte. El círculo financiero que generan las familias es un tema histórico, somos el plato principal de un banquete donde esa esclavitud añeja se encuentra ligada a los negocios inmobiliarios, la propiedad concentrada y la falta de respuestas en políticas públicas para los hogares inquilinos, sumada a la total impunidad en el cumplimiento de las leyes para quienes arrasan con las pocas garantías vigentes. La falta de defensa y asesoría pública y gratuita ha provocado una sangría, especialmente después de la tremenda embestida del sector inmobiliario tras la aprobación de la nueva Ley de Alquileres, mientras los municipios no asumen ningún tipo de responsabilidad al respecto (salvo excepciones que pueden contarse con los dedos de una mano). Así, sólo el sector propietario tiene garantizada la ayuda legal y la impunidad en el incumplimiento porque sabe que NADIE, mucho menos el Estado, les va a parar el carro. Se multiplican los contratos usureros con cláusulas engañosas y abusivas a costa de la situación de necesidad de quienes necesitamos un techo donde vivir en paz.
¿Hasta cuándo van a seguir invisibilizando y negando nuestra realidad como sector de población vulnerable?
Ustedes siguen presentando proyectos de ley para “ayudar” a financieras y grandes fortunas para que “inviertan” en alimentar el obsceno y patriarcal negocio inmobiliario, sin tenernos en cuenta.
Sr. Guzmán, queremos SER PARTE e integrar mesas sectoriales donde sepamos cómo planean repartirse el negocio de la financiarización de la vivienda, y asegurar que no sea a nuestra costa y sin nosotrxs. Queremos que tanto el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat, como el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad y las organizaciones de inquilinxs tengan presencia y participación activa en el monitoreo y control del nuevo sistema de financiación que prevén los actuales proyectos enviados al Congreso por su Ministerio. No aceptamos, ni podemos aceptar, un Régimen de promoción de inversiones en obra privada nueva (INLEG-2020-70548083-APN-PTE) que prevé beneficios impositivos y blanqueo de capitales sin ningún tipo de diferenciación respecto de su origen y finalidad. No aceptamos, ni podemos aceptar, un sistema de cobertura y promoción del crédito hipotecario (INLEG-2020-71661427-APN-PTE) que establezca un fondo fiduciario para socializar el riesgo del sector privado sin someterlo a un mínimo régimen de garantías y control sobre los proyectos, su ubicación, precio de las viviendas, calidad y precios de los materiales, y distribución equitativa de los beneficios que asegure el bien colectivo por sobre la concentración de capital a costa de un derecho humano.
Los hogares inquilinos no calificamos para créditos Procrear, ni créditos hipotecarios, no tenemos ahorros, somos deudores perpetuos y generadores de nuevas generaciones de inquilinos y no calificamos para bancos por los informes negativos. ¿De qué nos sirven estos proyectos que buscan incrementar todavía más la fiebre del oro en la financiarización del sector, si no nos incluyen ni hacen referencia a nosotrxs?
Por todo ello, solicitamos una entrevista con ustedes a fin de poder tratar estas cuestiones y si es necesario, mostrarles los recibos de sueldos que evidencian la realidad del trabajo de pobreza, nuestras luchas incansables, las denuncias que recibimos y acompañamos y que sufren los hogares inquilinos que son sistemáticamente violentados, en su mayoría compuestos por mujeres. Mostrarles la realidad de los alquileres con fotos de las pésimas condiciones edilicias sobre las que se lucra a nuestra costa, la manera en que muchas familias viven y pagan en un pozo sin fondo, queremos comentarles la realidad de la falta de respuestas desde los municipios y la falta de cualquier garantía real de defensa y garantías para los hogares inquilinos. No queremos leyes de alquileres que después no se cumplen, ni se hacen cumplir, alimentando el odio hacia nuestro sector. Queremos reglas del juego justas que nos permitan pagar nuestros propios techos y liberarnos de la eterna amenaza de una mudanza involuntaria. Queremos un espacio donde poder exponer, en primera persona, nuestras propuestas e ideas para ser dueños de nuestros destinos y nuestros hogares.
QUEREMOS PAGAR NUESTROS TECHOS A UN PRECIO ASEQUIBLE, CON SUELDOS QUE SE AJUSTEN A LOS INGRESOS DE LA GRAN MAYORÍA DE LA POBLACIÓN TRABAJADORA. NECESITAMOS SER INCLUIDOS EN EL CÁLCULO DE LA CANASTA BÁSICA TOTAL. NO QUEREMOS SER MÁS ESCLAVOS DEL SISTEMA FINANCIERO DEL PAIS Y DE NEGOCIOS INMOBILIARIOS. QUEREMOS TOMAR PODER DE NUESTROS INGRESOS COMO TRABAJADORES Y QUEREMOS SER ESCUCHADOS DEMOCRÁTICAMENTE Y CON VOZ PROPIA. Es urgente una política económica y habitacional coherente con el derecho a la vivienda, la situación de vulnerabilidad de los hogares inquilinos y el freno a los procesos especulativos y de concentración económica vinculados a la financiación.
Sin más y a la espera de una respuesta favorable, saludamos a ustedes atentamente,
Asociación Civil Inquilinos Argentinos por un techo digno. PJ 46029
Espacios integrantes del Comité Federal de la Mesa Intersectorial de Políticas del Suelo
Comunidad Federal de Inquilinxs y No propietarixs
CONTACTO:
Glenda Eliana Gómez (Presidenta fundadora) y la comisión de 10 mujeres a la cabeza que emprendimos el camino por un techo para las familias argentinas, esperamos ser recibidas.
Cel. 1553186259
Mail: elianaglenda77@gmail.com y admi@inquilinosargentinos.org
Por todo ello,
con ustedes a fin de poder tratar estas cuestiones y si es necesario, mostrarles los recibos de sueldos que evidencian la realidad del trabajo de pobreza, nuestras luchas incansables, las denuncias que recibimos y acompañamos y que sufren los hogares inquilinos que son sistemáticamente violentados, en su mayoría compuestos por mujeres. Mostrarles la realidad de los alquileres con fotos de las pésimas condiciones edilicias sobre las que se lucra a nuestra costa, la manera en que muchas familias viven y pagan en un pozo sin fondo, queremos comentarles la realidad de la falta de respuestas desde los municipios y la falta de cualquier garantía real de defensa y garantías para los hogares inquilinos. No queremos leyes de alquileres que después no se cumplen, ni se hacen cumplir, alimentando el odio hacia nuestro sector. Queremos reglas del juego justas que nos permitan pagar nuestros propios techos y liberarnos de la eterna amenaza de una mudanza involuntaria. Queremos un espacio donde poder exponer, en primera persona, nuestras propuestas e ideas para ser dueños de nuestros destinos y nuestros hogares.