💰 VICENTE LÓPEZ: ATROPELLO INMOBILIARIO

Cientos de excepciones inmobiliarias, colapso de los servicios públicos, pérdida de espacios verdes, planificación especulativa y construcción descontrolada.

Planeamiento urbano y espacio público

En Vicente López está sucediendo algo asombroso y nefasto para la calidad de la vida urbana de sus habitantes, para su patrimonio arquitectónico, cultural y natural y para su identidad barrial.

Existe un Código de Ordenamiento Urbano (COU) cuyo respeto y aplicación, en lugar de ser la regla es la excepción. Y las excepciones constituyen la regla y la cotidianeidad.

Todo empezó allá por el 23 de diciembre de 2004, cuando el anterior Intendente, entre gallos y medianoche, y con sus concejales cómplices, hizo que se aprobara un cambio de Código para la zona ribereña, ampliando los indicadores urbanos para favorecer a emprendimientos inmobiliarios de gran envergadura. Consecuentemente, a pesar de las grandes protestas vecinales, se realizó un vial costero que transformaba nuestra ribera, llena de clubes y espacios verdes, en algo parecido a Puerto Madero.

Algunos creyeron en las promesas de campaña del actual Intendente de Vicente López, Jorge Macri (ahora de licencia porque asumió como Ministro de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires) quien aseguró que si ganaba las elecciones se acabarían las excepciones al Código de Ordenamiento Urbano (COU) porque "son corruptas e injustas” y que gobernaría de cara a los vecinos (https://youtu.be/JWPE rfqJUY). Desgraciadamente, en el tiempo transcurrido de sus tres mandatos, lleva aprobadas más de 500 excepciones (https://youtu.be/kq1u5vCIFw0). A esto se agregó últimamente un nuevo artilugio corrupto e injusto: las caprichosas interpretaciones del COU, por las cuales, por ejemplo, se ha permitido construir una torre de 18 pisos en pleno pulmón de manzana de un barrio residencial de casas bajas.

El 17 de diciembre de 2020, a escondidas y en plena época de DISPO cuando los vecinos no podían acudir a las sesiones del Concejo Deliberante (HCD), la mayoría automática de Juntos por el Cambio votó tres escandalosas excepciones. En dos de ellas, contaron con el respaldo de los opositores cómplices. Con ello, volvieron a cumplir con una tradición navideña. A dieciséis años de la escandalosa sesión del 23 de diciembre de 2004 -que produjo un daño irreversible en el perfil urbano de Vicente López- se volvió a repetir la historia. En efecto, la mayor cantidad de excepciones fueron votadas en diciembre de cada año.

De las dos excepciones mencionadas, una es para el Barrio Olivos Golf, en zonificación R1, donde se permitiría, en un predio de grandes dimensiones que sólo admitía dos viviendas unifamiliares, la construcción de 9 dúplex.

La segunda de ellas se trata de una excepción efectuada en la zona residencial R1 de Olivos, en la calle Alberdi y Tucumán, donde se construiría un edificio de altura donde el Código no lo permite.

La tercera, la más escandalosa en cuanto a las dimensiones e impacto que generaría, se votó a pedido de la Asociación Civil Educativa Escocesa San Andrés (ACEESA), ubicada en Nogoyá 500/50/60 y Rosales 2805/13. En el predio del “prestigioso” colegio se efectuaría una “urbanización especial” solicitada por ese titular y también por el “proyectista”. Esa “urbanización especial” permitiría construir -donde no se puede- tres torres de 20 pisos, emprendimientos comerciales y oficinas administrativas de “densidad alta”. (https://www.agenciadaf.com.ar/2021/02/alarma- edilicia-en-la-zona-de-la-isla.html). A esto se agrega el agravante de un túnel por debajo de las vías del Tren Mitre para conectar la denominada Isla de Olivos con Av. Del Libertador. Esto colapsará aún más la zona que se transformará en un barrio dentro de un barrio. Obviamente, con esta excepción, el colegio tendrá una ganancia por su predio, que no tendría sin ella. Además, se demolería una de las edificaciones del colegio que halla en la lista de bienes patrimoniales confeccionada por CICOP.

Últimamente, para evitar tanta presencia vecinal en las sesiones del HCD, las autoridades adoptaron otras alternativas:

a) aprobar un plano realizado según COU y no controlar la ejecución de la obra pactando de antemano la ejecución de la misma fuera del COU. Terminada la construcción se aprueba el final de obra por excepción como construcción SUBSISTENTE.

b) malinterpretar un artículo del código que contempla: si un predio tiene ubicación en zona de alta densidad y parte en zona de baja densidad (ejemplo Av. Libertador y una calle lateral en R1), se permite construir con los indicadores de la de mayor densidad en todo el terreno, en lugar de que se construya sólo en el espacio del terreno que está en la zona de alta densidad. Esto sucedió en La Lucila, en Av. del Libertador y la calle Vicente López y también en Yrigoyen y Av. Maipú. En ambos casos los inversores, previa consulta con la Municipalidad, compraron un lote chico esquinero sobre las avenidas y además pagaron cifras hiperbólicas por las casas lindantes sobre las calles laterales en R1; luego unificaron todos los lotes y construyeron torres de más de 20 pisos en ambos predios. A esto nos referimos, cuando mencionamos anteriormente las caprichosas interpretaciones del COU.

Las torres Barlovento en La Lucila (las antes nombradas de Libertador y Vicente López) son un ejemplo de cómo los inescrupulosos emprendedores inmobiliarios, en complicidad con funcionarios corruptos, buscan cualquier artimaña para conseguir sus objetivos de ganancia económica a costa de la calidad de vida de quienes ya viven en el lugar hace tiempo y por lo tanto tienen un derecho adquirido que no fue respetado.

Otro ejemplo del atropello a la calidad de vida de los vecinos se produjo en el caso del predio de la ex Fabrica Atanor, y en un tramite express sin ningún tipo de estudio impacto ambiental y sin planos aprobados se aprobó en Diciembre 2018, una Ordenanza de excepción autorizando un parque industrial en un predio catalogado como Reserva insertado en un barrio residencial, donde han talado casi 700 arboles plantados como barrera entre la industria que existía y las casos del barrio.

La planificación urbana de una ciudad debe contemplar la vivienda, el transporte, la educación, el trabajo, el esparcimiento y el espacio verde público. Para esto, se necesita un trabajo multisectorial en donde participen profesionales y vecinos.

El crecimiento urbano amorfo, que responde exclusivamente a intereses económicos de inversores inmobiliarios (nacionales y foráneos) y de funcionarios corruptos -cuyos fines no son mejorar las condiciones de vida de los habitantes sino blanquear grandes sumas de dinero- lo único que provoca es empobrecimiento de la calidad de vida, colapso de servicios y de tránsito, contaminación ambiental, alteración de la circulación de la brisa del río, inundaciones por reducción de espacios absorbentes, falta de privacidad en casa linderas, disminución del valor de la propiedad, destrucción del patrimonio arquitectónico, cultural y natural.

El Partido de Vicente López no necesita viviendas ya que la cantidad de habitantes decrece año tras año y, según el último censo nacional, de la cantidad de viviendas censadas, el 17.9% están deshabitadas. ¿Para qué tantos edificios de viviendas de lujo? ¿Para qué tantas torres? ¿Para qué estropear zonas icónicas como Olivos ya bastante bastardeada?

Vicente López se caracterizaba por sus construcciones bajas, por la gran cantidad de clubes, en particular en la zona ribereña, y por sus espacios verdes. En gran medida dichos espacios eran y son de predios privados de enormes jardines y parques -muchos de ellos, además, cobijan casas de gran calidad arquitectónica- que van desapareciendo con el aumento de las construcciones en altura, ya que no existe una ordenanza que los proteja (como sí la hay en San Isidro).

El espacio verde público es apenas de 0.8m2 por habitante cuanto debería ser de 15m2 por habitante (según la OMS y la ley 8912/77 de la provincia de Bs.As.)

En Vicente López los vecinos llevamos mucho tiempo intentando que nos escuchen y que se hable de la especulación inmobiliaria, sustentada en las excepciones y forzadas interpretaciones del Código de Ordenamiento Urbano (COU), que genera un crecimiento edilicio innecesario, caótico e insostenible.

La desintegración de un Código de Ordenamiento Urbano a través de cientos de excepciones es la muestra más ostensible del sometimiento o complicidad del Municipio a los designios del mercado inmobiliario.

No resulta fácil enfrentarse a los grandes poderes político-económicos, pero seguiremos intentándolo. Estrechar redes entre vecinos de diferentes barrios de CABA y de otros municipios del país que sufren este voraz extractivismo urbano, nos dará más fuerza y esperanza.

FIRMAS:

Arq. Aglietta Piera

Red de Vecinos Unidos de Vicente López

Vecinos de la Isla de Olivos (VIO) por el no a las torres del san andrés

Vecinos Autoconvocados de Barrio Golf

Agrupación Intervecinal del Puerto de Olivos (AIPO)

Vecinos de Alberdi y Tucumán

Vecinos Club Teléfonos

Vecinos de La Lucila por una mejor calidad de Vida

Asociación Civil Pro Vicente López

Convivencia Urbana

Observatorio del Derecho a la Ciudad

El Movimiento La Ciudad Somos Quienes La Habitamos

Cátedra de Ingeniería Comunitaria

Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas.