Centro de Exposiciones de la Ciudad, la nueva víctima de la
Cleptocracia político-empresarial
Recién finalizada la obra del nuevo Centro de Exposiciones de la Ciudad-
CEC, el gobierno de la ciudad le otorgo su administración por 15 años a la
empresa IRSA. En una maniobra de corrupción legalizada la mega corporación
inmobiliaria se presentó y ganó una licitación a medida, donde fue único
oferente de una supuesta UTE , cuyas cuatro integrantes, IRSA, La Rural S.A.,
Ogden Argentina S.A. y Entretenimiento Universal S.A., tienen la
particularidad de tener como socio principal al magnate Eduardo
Elsztain.
El Centro, construido sobre la Avenida Alcorta, donde estaban los viejos
galpones del ex Centro Municipal de Exposiciones y los playones de
estacionamiento y acarreo de la empresa STO, tiene una capacidad para
5.300 personas, una superficie aproximada de 50.000 m2, de los cuales el
edificio ocupa 20.000 m2 y el resto está destinado a un estacionamiento
subterráneo con capacidad estimada para alrededor de 1.000 automóviles.
El interesante proyecto realizado por el estudio de Edgardo Minond
tiene la particularidad de tener casi toda su superficie bajo nivel, con un
parque superior aterrazado que continúa la traza del parque Thays hasta
la facultad de Derecho. Resulto ganador de un concurso organizado por la
Sociedad Central de Arquitectos, que estuvo envuelto en cierta
polémica, pues uno de sus jurados el arq. Berdichevsky
era en ese momento socio del ganador, en la obra de la nueva sede
del Gobierno de la Ciudad, lo cual fue objetado sin éxito por otros
participantes. Más cuestionada aun fue la decisión de su realización
teniendo en cuenta el voluminoso presupuesto oficial asignado, frente a
la extensa nómina de prioridades y carencias en materia de salud,
educación y el déficit habitacional de la ciudad donde uno de cada diez
habitantes vive en villas de emergencia.
El proyecto se inició con la aprobación de la Ley 4923 de 2014 que
desafecto el uso anterior del predio y fijo la zonificación para
permitir el nuevo destino, siguió con el llamado a concurso y
la licitación para la construcción del CEC, para cuya realización en
tiempo record se garantizó el flujo presupuestario que se le niega a
otras obras pendientes. El carácter fraudulento al sancionar la realización del
CEC, ya contenía el vicio oculto que aparecio tres años más tarde, la ley
habla explícitamente de una obra de interés público necesaria para la ciudad
, argumento que fundamentó su aprobación, la misma
idea se mantuvo al concursarla y realizarla, pero con la obra
avanzada, con el presupuesto en ejecución y con su finalización a la
vista, apareció la propuesta, hasta entonces encubierta, de privatizar su
administración, es evidente que quienes propusieron esta obra ya tenían
en mente su cambio de mano y probablemente quien sería el beneficiario final, no
hay que ser muy sagaz para arribar a esta conclusión, teniendo en cuenta que la
operatoria estuvo a cargo del Ministerio de Modernización y Desarrollo
Económico porteño cuyo titular Andy Freire, fue ejecutivo de IRSA y
de quien en su momento el propio auditor general Facundo Del
Gaiso afirmo que su nombramiento era violatorioa del artículo
séptimo de la Ley de Etica ya que:? conlleva un conflicto de intereses y
vulnera los más elementales principios de la Etica Pública. Precisamente este
Ministerio tiene a su cargo la Agencia de Bienes, la maquina liquidadora de
propiedades del Estado porteño que con acierto fue bautizada por el semanario
Noticias como la ?Inmobiliaria del PRO? que ya repartió entre amigos, la
misma IRSA, Consultatio, Raghsa, Argencons, Banco
Macro y a los dueños de las marcas Le Parc, Quartiers y Mirabilia,
entre otros, la cantidad de 46 inmuebles, quedando aun por vender otros
22 activos que se subastarán según una lista oficial por una base total de 357
millones de pesos.
La concesión del CEC privados se aprobó el año pasado en la
Legislatura con 53 votos a favor y solo 4 en contra de Patricio del
Corro- FIT, Gustavo Vera-Bien Común, Pablo Vilardo - Ay L y Adrian Camps -
Socialismo Autentico. Como en otras ocasiones conto con el apoyo de la llamada
oposición, el FPV encabezado Carlos Tomada, la Corriente Nacional
de Militancia que responde a Daniel Filmus y Agustin Rossi y el bloque de
Martin Lousteau. Nada nuevo por cierto, pues como en casi todas las leyes
presentadas por estos verdaderos talibánes del patrimonio
público contaron con el consentimiento de una declamada oposición.
La adjudicación reciente terminó de cerrar la operatoria.
La concesión tiene todos los rasgos de un grotesco espectáculo donde los
funcionarios son arte y parte en la partitura del mayor protagonista
del negocio inmobiliario del país: IRSA. La obra del CEC tuvo un
costo cercano a los 500 millones, sin contar el precio del terreno que en esa
ubicación, una de las zonas privilegiadas de la ciudad por su entorno y
belleza escénica, y con una nueva estación de subterráneo, sería casi imposible
de valuar. La UTE adjudicada para administrar el CEC por un plazo de 15 años
pagará un canon irrisorio de 1.250.000 pesos mensuales y se hará cargo del
equipamiento correspondiente. La erogación implica un millón de dólares por
año, cifra que representa apenas el 20 % de los ingresos que obtendrá
solo por la explotación de la playa de estacionamiento,
que tendrá un uso intensivo no solo por los eventos sino también por su
proximidad con la facultad de Derecho. Si tomamos como ejemplo la Feria
del Libro, donde un stand de primera línea pago este año a la
Fundación del Libro 600 mil pesos, quienes conocen el tema calculan
que los administradores tendrán por la explotación del predio una
facturación anual aproximada de 40 a 50 millones de dólares. Ante
la pregunta de un periodista: ¿por qué después de 15 años el canon
acumulado cubrirá menos del 50% del costo de la obra?, el jefe de
gobierno Rodriguez Larreta respondió sin ningún pudor:? la diferencia se
pagara indirectamente con el beneficio que tendrán las empresas
vinculadas al turismo?.
Abarca y devora
La síntesis cruda de la operación es: IRSA y compañía reciben una obra
construida, gestionada, terminada por la administración de la
Ciudad, financiada con recursos públicos y edificada sobra tierra del Estado,
la concesionaria solo tiene que equiparla y poner la boletería para
empezar a recaudar, riesgo cero, inversión cero, ganancia asegurada, nada más
lejos de la oferta y la demanda, el riesgo empresarial y la libre competencia,
los nobles paradigmas del capitalismo. Como contrapartida el gobierno de la
ciudad podrá utilizar el edificio 45 de los 365 días del año.
El irónico director Mel Brooks, parodiando la voracidad de las empresas
en EEUU, creo en la ficción de uno de sus films, una compañía llamada Abarca
y Devora, la imagen satirizada parece basada en el perfil de
IRSA, la mayor corporación de bienes raíces del país.
La empresa inicio su despliegue en los noventa de la mano del
multimillonario magnate de las finanzas y especulador profesional
George Soros, supo construir solidos vínculos políticos que
se mantuvieron y acrecentaron con los sucesivos gobiernos,
convirtiéndose en interlocutor privilegiado de todos los gobernantes,
sean tirios o troyanos, quienes facilitaron sus operaciones hasta
convertirlo en un gigante que ha cartelizado el negocio inmobiliario del
país. La corporación es dueña de catorce shoppings , los hoteles cinco
estrellas Libertador, LLao Lao e Intercontinental y doce edificios de
renta de alta gama, se hizo de la Ciudad Deportiva en la Costanera sur,
del banco Hipotecario, para cuya nueva sede compro recientemente el
emblemático edificio Del Plata en el punto más estratégico de la ciudad y es
además propietaria de la agropecuaria Cresud dueña de 24 campos con
más de un millón de hectáreas, entre otros bienes y negocios en la país y el
exterior.
En materia de concesiones ventajosas tiene como antecedente la del
Buenos Aires Design, en plaza Francia, donde el gobierno de la ciudad le
fijo en un absurdo canon de 46.000 pesos por mes por un predio que
tiene 70 locales comerciales, 2 centros de eventos y convenciones y 140 cocheras.
Casualmente el Design está justo enfrente del CEC. Un beneficio similar
obtuvo con la cesión por 25 años del terreno ferroviario del San
Martin en Palermo, donde en 2013 inauguro el cuestionado
shopping Distrito Arcos con 70 locales, 20 stands y 500 cocheras.
Para este caso el acuerdo fue entre el gobierno anterior, que a
través de la ADIF le otorgo el predio y el de Macri en la ciudad, que
cambio la zonificación.
IRSA junto a su socio Diego Finkelstein se quedó con el 100 % de
La Rural S.A y de Ogden su gestionadora, las otras partes del UTE
concesionaria del CEC. El predio de siete hectáreas de la
Rural fue un bonus a la SRA cedido por Carlos Menen a cambio
de 35 millones de dólares cuando la tasación oficial era de 135
millones, inmediatamente fue transferido a Francisco Narvaez,
aportista calificado a la campaña del riojano, el colorado,
que tiene el record de ser el diputado con menos participación en la
historia del parlamento argentino, se lo vendió a IRSA y asociados.
Ahora la empresa de Elsztain, tendrá el monopolio absoluto de la gestión de
grandes exposiciones, la organización de convenciones y mega
eventos en la ciudad, que por supuesto no estarán guiadas por un política
cultural al servicio de sus habitantes como debería tener el CEC , sino por la
única lógica que conocen: la máxima rentabilidad.
La obra del CEC estuvo a cargo de Criba SA asociada a Mejores
Hospitales SA, otra empresa que también tiene a Criba SA, como parte
societaria, quienes ganaron la licitación con una oferta que supero
por un 20% el presupuesto oficial. Criba es una empresa familiar de
reconocida capacidad y excelencia para la realización de grandes edificios.
Pero como no solo de méritos profesionales se trata cuando se habla de
proyectos públicos, sus dueños aportaron 832.000 pesos a la última campaña de
Mauricio Macri. Criba realizo la actual sede del gobierno de la ciudad en
Parque Patricios, pensada para el Banco Ciudad, cambio de destino después
del frustrado y violento intento de hacerla en el Borda, su adecuación
al nuevo destino costo un adicional de 20 millones de pesos, no fue
licitado como fija la ley; la compañía tiene a su cargo actualmente
la construcción de dos módulos habitacionales en la Villa Olímpica en la
Comuna 8 que serán utilizados durante los Juegos Olímpicos de la Juventud
para luego ser vendidos y realizo para el Estado la
recuperación de la Estación de Trenes de Retiro, la remodelación de los
alrededores del Teatro Colón y el Polo Educativo Saavedra entre otras obras.
Cleptocracia
La Cleptocracia, (del griego clepto, 'robo'; y cracia, 'fuerza' , el
dominio de los ladrones) es la forma de la corrupción que liga la
política con la actividad empresarial, la obra pública con los negocios,
metodología que no solo se manifiesta a través de procedimientos
ocultos de carácter faccioso, sino que también puede tener su cara legal,
lo cual no significa legitima, esta basada en el tejido de una compleja
red de mecanismos que se sostiene en el funcionamiento del modelo
institucional, por tanto es sistémica, que le permite dar seguridad
jurídica al cohecho en sus variadas formas. Esta metodología es propia del
ejecutivo pues allí se administran los presupuestos, pero también es evidente
en los ámbitos de las legislaturas tanto de la Ciudad como de la Nación, donde
se sellan contubernios entre los oficialismos de turno y oposiciones, solo
retoricas, que arrasan con los intereses y bienes públicos. La lista de
enajenaciones y negociados es tan larga como los nombres que las
aprobaron, sin que ninguno haya perdido sus beneficios y prebendas tanto
políticas como económicas. El próximo paso, de enorme gravedad, es la
aprobación del nuevo Código de Planeamiento Urbano que dará continuidad
normativa a esta política, encubierto con algunas modificaciones formales y
administrativas, propone un plan de rezonificación y privatización de
importantes áreas de la ciudad para adecuarlas al reclamo de los grandes
operadores de la especulación inmobiliaria.
En la ciudad de Buenos Aires esta práctica de liquidación de
bienes, ha logrado una impunidad que les renueva a los políticos la
audacia de ir por más sin riesgo alguno. Las causas encuentran múltiples
fundamentos, entre ellos podemos mencionar, el desconocimiento de los
actos de gobierno y sus consecuencias, las formas enmarañadas que adquiere la
llamada representación burguesa, la casi nula participación ciudadana,
cada vez más limitada a la jornada electoral, la maniquea propaganda oficial
y la desinformación mediática. Pero el sustrato que permite
y sostiene esta política es el creciente desapego de la mayoría de sus
habitantes por lo común y lo público, allí está la raíz de la falta
de una respuesta a la altura del abuso y el atropello de quienes
gobiernan sin control alguno.
La razón patrimonialista donde lo privado y propio es el único motor de
una sociedad donde prima la mirada individualista y autorreferencial, ha hecho
del valor mercado su principal fetiche. En la
CABA esta visión se agudiza porque los procesos de gentrificacion, fragmentación
y segregación que han ido formado un componente social que le
ofrece al poder hegemónico un blindaje de clase a prueba de balas, a pesar de
las denuncias y valientes resistencias de muchas organizaciones barriales. La
indiferencia por todo lo que no es propio o le afecta directamente, la
consideración del espacio común como algo residual sin valor de
uso, en particular para el sector que abandono la educación y salud pública y
que solo le demanda al Estado seguridad y represión, conduce a un
paulatino suicidio colectivo que liquida el sentido de pertenencia comunitaro y
destruye el vínculo solidario, que deja paso a un conglomerado de
individuos aislados que renuncia a la urbs y a la civitas, a la ciudad como
ámbito y lugar para ejercer sus derechos, abonando con su desidia el
terreno fértil para la plaga Cleptocrata.
Silvio Schachter
Julio 2017